miércoles, 7 de diciembre de 2011

DIOS NO SE DUERME EN LAS TORMENTA.

Imagen e introducción de Juan Quintero Director de Panamae.com, Contenido de Aquilino Ortega Luna, Periodista panameño, temeroso de Dios y colaborador de Panamae.com

Introducción: Dios nunca duerme, siempre está dispuesto a extender sus manos milagrosas aun en medio de nuestra desobediencia, de nuestras dificultades, simplemente somos nosotros los que debemos extender nuestras manos a él porque el que se humilla será levantado. Si lo haces de seguro tus tormentos y tormentas se harán pasaderas.

Contenido: por Aquilino Ortega L:

No importa cuán difícil sea la situación por la que estés atravesando, ¡Respiro y liberación vendrá de alguna parte! Ese principio bíblico estremeció mi vida en las primeras horas de la mañana de hoy, y quiero hacerlo extensivo a tu vida.“No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda”, (Salmos 121:3).

Dios no se duerme en medio de la tormenta, El tiene cuidado de ti siempre, nunca se divorcia de ti, ni en tempestades, dificultades o en los tiempos de desolación.

Has atravesado una experiencia tormentosa con el Señor y puedes llegar a pensar que El se ha dormido porque no interviene como a ti te gustaría, pero puedes estar seguro que en El momento preciso intervendrá.

¡Dios siempre está presente en las tormentas y éstas lo saben! Ni los truenos pueden hacer más ruido, ni los relámpagos más descargas, ni las nubes vaciar más agua, ni el viento soplar más fuerte, del que Dios autorice. ¡Que maravillosa armonía la de mi Señor!

Dios está ahí, siempre ha estado ahí en tu vida, tanto si hay tormenta como si no, el cielo y la tierra están siempre en su presencia, ¡Dios no te deja sólo nunca!

Pídele al Señor que aumente tu fe en los momentos de difíciles, en los tiempos de fuertes tormentas, para que entiendas que El está contigo todos los días hasta el fin del mundo.

Cuando tu barca empiece hundirse en la tormenta, no acuses a Dios de que no le importan tus problemas, de que duerme mientras tú sufres. Aprovecha mejor el tiempo y ora, ponte de rodillas y pídele que calme la tormenta. Pon toda tu fe en El y confía que El está en control, El es justo y verdadero, nunca te abandonará.

¡Dios nunca está dormido. No se adormecerá ni dormirá el que guarda a su pueblo! Dios no se duerme en la tormenta, ni en las situaciones difíciles, conflictos personales, familiares, laborales, enfermedades, pérdidas de seres queridos, tiempos de duda o en las montañas de imposibilidades.

Aunque por momentos pareciera que la agenda de Dios está tan complicada como para poder atender y responder a cada una de tus necesidades.

¡Dios siempre está, pero a veces pareciera que duerme! Dios quiere hacerse grande en tu vida, reclama su ayuda y El se levantará y ordenará a la tormenta que te aflige que cese.

Puede ser que la situación en medio de la tormenta se torne muy desesperante, pero nunca olvides que es Jesús el “Rey de la Gloria”, “El Todopoderoso”, el que va contigo en la barca. No le temas ni a los vientos ni a la tormenta, Jesús va contigo en la barca, ¡llegarás al otro lado como El lo ha prometido!


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