Mucho es lo que se ha hablado sobre lo que Cristo predicó o mejor dicho, lo que él nos dejo en la Sagradas escrituras - La Biblia - para los hombres y mujeres de este tiempo.
La mejor forma de descubrir los secretos escondidos de lo que dijo el Hijo de Dios, es leyendo los evangelios: Mateo,
Marcos, Lucas, y Juan, sin embargo, creo que siendo un hombre que decía conocer
de Dios pero con mis acciones lo ofendía y de seguro hasta lo hacía llorar con mis aptitudes, generalmente hipócritas, mal intencionadas, y hasta perversas, dando como resultado una relación no perfecta ante
sus ojos. Esto es lo que ocurre cuando nos sometemos a una religión y no al que dio su vida por mi y por ti.
Esto es el resultado cuando hacemos lo contrario de lo que dice la Biblia y
nos sometemos a la voluntad de los hombres imperfectos como tú y yo,
aunque estos se hagan llamar sacerdotes y hasta padres, y no a lo que dice la Palabra de Dios.
Para mí, la forma más cómoda de introducirse en el ambiente de Dios es
primero descubrir de donde venimos y cómo hemos actuado ante los ojos de Dios y
eso se logra por medio de la lectura de las epístolas de Juan. O sea 1, 2, 3
Juan. Posteriormente recomiendo leer la Epístola Universal de santiago.
Ustedes se preguntarán por qué? Sencillo... en estas 4 epístola se muestra quien
eres, como actuabas, y a donde te quiere lleva Dios y sobre todo, si le
eres fiel, te muestra la gran riqueza que está escondida para ti. Mira
que digo te muestra, ya que los grandes secretos escondidos están en los
evangelios, pero estos no se mostrarán, si tu no conoces la forma en que
has actuado en contra de la voluntad de Dios y lo que es someterse a su
voluntad. Hay un privilegios de ser llamado hijos de Dios, pero
para que esto se descubra tenemos que pasar por el fuego de Dios, sin él es
imposible agradar al que nos dio vida y vida en abundancia. No basta con
reconocer que hay un Dios Todopoderoso, no basta con inclinarnos a él,
no basta con llorar ante él o hacer sacrificios, nada de eso te sacará
del problema en que por voluntad propia te has metido. Quiero decirte,
muchos dicen que a Dios le agrada solucionar los problemas de su creación,
sólo te diré, que la Biblia dice: Que el es Dios de misericordia,
ayudador y que nada es imposible para él. Ninguna de las tres cosas que
te he mencionado tiene que ver con tus lagrimas, con que lo llames, te
arrodilles, hagas sacrificios... en fin... el infierno está lleno de gente
arrepentida pero no por eso son salvos. Muchas veces duele escuchar
estas cosas, pero Dios es fuego y no comparte su gloria con nadie y eso no se
logra , si no se sabemos y reconocemos que somos polvo y como ta volveremos a
serlo, por lo que requerimos la intervención desinteresada de Cristo para
poder tener acceso al Padre Todopoderoso.
El que no reconoce a Cristo como su Señor y Salvador y no
guarda la Palabra de Dios ni la pone en práctica en su vida diaria, no conoce
al Padre, y está a merced de los instrumentos del diablo y satanás.
Es por eso que usted ve en su país: Aumento de la violencia, incremento y
descaro en los homosexuales, pandillas, drogas, robo, asaltos, políticos y
gobernantes envueltos en corrupción y desmanes administrativos y financieros de
los bienes de los estados... y sólo eso es una parte de lo que dicen conocer a
Dios. ¿Realmente más del 70% de la población de nuestros países tanto hispano
parlante como de otras lenguas no conocen que son Templo del Espíritu Santo, por
lo que lo que hacen es producto de su propia ignorancia y pecados heredados de
sus antepasados. Estoy seguro que Dios, el que nadie en este tiempo ha visto,
llora por cada uno de los habitantes de nuestra tierra ya que construimos
destruyendo nuestro templo y todo lo que está a nuestro alcance. Lamentable
situación la nuestra, pero ese es el reflejo de nuestras propias acciones.
Los que se hacen llamar pastores, sacerdotes en este tiempo, no
predican ni exhortan a los creyentes a buscar la santidad y menos a tener
una real relación con el Cristo vivo, su afán cotidiano lo enfocan en
sus actividades eclesiásticas y no en la comunión con Dios, por lo que
se ve, una gran cantidad de iglesias llenas de hombres y mujeres,
temerosos de una religión y no de Dios, temerosos al castigo del que se
hace llamar hombre de Dios y no del Dios vivo y Dios de Israel. Quiero
decirte: a Dios no le conmueve tus lágrimas, ni tus llantos, y menos tus
ofrendas ni diezmos. Sólo los limpios de Corazón entrarán al reino de Dios.
Te pregunto: ¿Estás tú en esa lista?
Juan Quintero/ Director de www.panamae.com
El portal panameño que está transformando Vidas al Rededor del Mundo